Como los del anuncio de El Almendro, los dos náufragos de Mensaje en la Botella, Juanjo Ballesteros y Alberto Román, han vuelto a casa por Navidad y me han vuelto a dejar plantada en esta isla. Entiendo que quieran estar con sus familias. Pero lo que me toca ‘los cocos’ es que hayan ido a ver a Guadalupe Plata y no se hayan dignado a llevarme, aunque sea en un tiesto. Yo no les habría causado molestia alguna, pues podía haber pasado la noche junto a unos parientes que se han mudado en los últimos días a la avenida de la Constitución (concretamente a la acera).
Pero es que, además, estos dos canallas me han mandado esta foto para darme envidia, sabiendo lo que a mi me gusta este grupo. Muero por Perico, Carlos y Paco Luis, y me vuelvo loca con sus canciones, que me hacen estremecer desde la copa a las raíces. En fin… otra vez será. Espero que, al menos, a la vuelta, me traigan unas bolas de coco, que me encantan. O, como mínimo, una hojaldrina.