Nuestro náufrago Alberto Román, melancólico y dubitativo ante su última lata de Alcázar: «La última que me queda. ¿Me la bebo o la guardo? Gran dilema. Como todo apunta a que va a caer en breves instantes, pues le he hecho una foto de recuerdo, por si algún día fuera necesario enarbolar esta bandera. Y al verla me he acordado de aquellos famosos versos de Espronceda sobre un pirata que a mí hoy me parece que decían así:
Canción del Pirata (del Alcázar)
Con diez cañitas por barra,
bien en copa o en botella,
en cualquier bar dejó huella
si pusieron un barril.
Y aunque la lata me llama
y en litrona la he pedido,
como mejor la he bebido
siempre ha sido en botellín.
Salud!!!
Fdo: Alberto Román»